iCarly Temporada 6 Capitulo 3

Gibby abre un restaurante secreto en el sótano de la escuela, al que llama «Gibby’s». Luego, se asocia con Sam para que sea su guardaespaldas y le ayude en el restaurante, ya que ella tiene la receta de un sandwich de carne (cuyo secreto es la carne) el cual se convierte en un éxito con los clientes (entre ellos, el mismísimo director Franklin). Sin embargo, Billy Botas, un delincuente recién fugado de la correccional, vuelve a Ridgeway para fastidiar y humillar a Gibby. Sam trata de hablar con Billy cuando Gibby no está, intentando no meterse en problemas y así ser «un poco más normal». Pero cuando Gibby regresa, Billy vuelve a atacarlo, provocando que Sam lo golpee con su calceta con mantequilla, dejándolo inconsciente. Al día siguiente, Billy le cuenta sobre el restaurante al Sr. Howard, esperando que lo cierren por ir contra las reglas de la escuela. Pero el director Franklin decide dejar que Gibby mantenga abierto el restaurante, mientras el Sr. Howard no se entere. Mientras tanto, Spencer crea un robot de seguridad para defender el apartamento, luego de que la tele y computadora son robados. Cuando el primer robot deja ciega a Carly, Spencer construye otro que le dispara granos de maíz a los intrusos a gran velocidad, pero algo sale mal y el robot ataca a Carly, Spencer y Freddie. Ellos tratan de apagarlo apuntándolo contra la señora Benson, pero Spencer se demora mucho en desconectarlo y la mamá de Freddie acaba cubierta de granos de maíz.

Por otro lado, algo insólito ocurre: cuando Carly está preocupada porque Gibby ha estado faltando a clases, Freddie, en medio de la conversación, le pregunta, en un tono de lo más normal, y hasta amigable: «¿Ya es tarde para que me ames?». Carly, completamente sorprendida, le pregunta qué acaba de decir, pero Freddie, continuando con su tono de voz normal, le dice que no dijo nada. Más tarde en el restaurante, viendo que Freddie y Carly están pasando tiempo juntos, Sam detiene a Freddie y le pregunta: «Oye ¿ya te enamoraste de nuevo?». Freddie lo niega rotundamente, tras lo cual Sam dice: «Ya… corre». Freddie sube las escaleras, sin fijarse en la expresión de dolor y tristeza que aparece en el rostro de Sam, que lo ve marcharse.